sábado, 3 de octubre de 2009

FRACASO INTERNACIONAL DE LOS POLITICOS ESPAÑOLES

Con gran regocijo recibíamos ayer la noticia de la nominación de Rio de Janeiro como sede olímpica para 2016. La prensa española, a excepción del abc realiza hoy una lectura superficial de los motivos del fracaso internacional de la alta política española. Ayer comentábamos los motivos económicos de nuestro regocijo ya que temíamos, como otros lectores lo han expresado en foros de opinión ,que Madrid siguiese convirtiéndose, com0 es hoy, en la meca de la especulación inmobiliaria, del culto a la gastronomía castellana rural y de la gerontocracia españolas.
Uno de los máximos representantes e impulsores de la gerontocracia pantagruélica que domina España es sin duda alguna Alberto Ruíz Gallardón, el alcalde de Madrid, junto con su antagonista la Sra. Esperanza Aguirre. Bajo la dirección política de ambos se ha relegado a una generación de españoles, todos los que están entre 20 y 45 años al paro, al trabajo escaso y bajo criterios laborales de tipo rural- tercermundistas. Los no ancianos españoles y en especial madrileños han sido obligados a educarse con criterios muy exigentes para luego convertirse en eternos sobrecualificados, que esperan con los ojos hundidos y alma destrozada por los alquileres y los contratos basura, a que se les permita comprar una casa e incluso traer un hijo al mundo.
Las consecuencia demográficas de esta dictadura inmobiliario-gerontocrática potenciada por esas dos almas gemelas del ,gracias Dios recién fracasado,movimiento "tengo una corazonada" para Madrid 2016, son ya hoy más que notables y se dejan ver en las aceras y marquesinas madrileñas, cargadas de ancianos y ancianas que exigen que se les deje el asiento libre por su condición de "CATEDRÁTICOS DE LA VIDA".
El bagaje de esta "generación-franco" es más que discreto, porque además de la tiranización rural que han impuesto a los más jóvenes, no han conseguido dar el salto a una forma de pensamiento que no esté lastrada por el nivel otoñal de su propio complejo de inferioridad y de su oportunismo político.
El oportunismo político de esta "generación-franco" que ha creado la burbuja inmobiliaria y ha devorado a sus hijos, fue lo que les permitió pasar del franquismo a esta pseudo democracia con Rey impusto por el anciano general.
Nos impusieron el culto al trabajo y la sobrecualificación más cruel para que supiésemos de una vez por todas que no vamos a tener trabajo ni vivienda dignos hasta que ellos se vayan de este mundo.
También nos obligaron a que fuésemos a votar la farsa de la democracia española, a participar en un sistema que sólo nos a dado sobrecualificación, trabajos de Sancho Panza, y precios de Manhattan, porque en eso nunca se vió más pasión por el sueño americano.
Oirlos hablar inglés en la presentación de la candidatura fue sin duda uno de los momentos más bufos y definitivos de los últimos tiempos. Como nunca estuvieron sometidos a criterios de formación muy exigentes, al proceder de familias situadas más allá del bien y del mal, como tantas en Madrid y en España, no tuvieron el decoro de intervenir en español y lo hicieron en un ingés chusco y tercermundista, como de restaurante de paellas y sangría, lo cual provocó el alborozo de toda la poderosa francofilia que domina el comité olímpico internacional.
Los chicos del entrecejo tan poblado y trajes tan pasados de moda fracasaron por su temeridad.
El recurrir a la última voluntad de un anciano, es en la cultura española el máximo recurso de autoridad existente, junto a la voluntad de la Vírgen y el Espíritu Santo, y de esta guisa jugó su testamento el Sr. Samaranch ante un atónito comité que desea que se retire definitivamente antes de que más investigaciones sobre su pasado político puedan manchar la reputación del comité.
Fue la creencia de que la voluntad de un anciano venal podía influir en el comité lo que me hace pensar que este grupo de altos políticos españoles no sólo constituyen una patrulla trasnochada que no sabe hacer su trabajo de influir en los lobbys, sino que además se creen que son únicos y brillantes lo cual los hace incurrir en el ridículo sin saber que el mundo entero se estaba mofando de ellos.
Gracias de nuevo Copnhague por librarnos de la fantasía especulativa de nuestros venales políticos. Gracias por evitarnos más gastronomía pantagruélica, más opera bufa pseudo democrática.
España ahora se encuentra de nuevo fuera de las tendencias internacionales, bloqueda por un enemigo interno, una generación de cabreros, catedráticos de la vida que no piensa permitir que los jóvenes se diviertan y cambien este país amargado por la postración , la envidia y el retraso.

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